¡Cuántas emociones encontradas hay en todo mi SER en este momento!
Mi padre trascendió el 2 de marzo, hace dos días, eso para mí es causa de un gozo profundo, ya que su Alma ha trascendido y se encuentra en la casa del Padre.
Misión cumplida.
Dependo tanto de lo material y la presencia física, que en muchas ocasiones me olvido de la verdadera presencia que es la Espiritual.
Vivir en otro país, recibir la llamada de mi mamá, para decirme que mi padre tuvo un paro respiratorio y que había partido. En ese momento, no sentí dolor, solo sentí una angustia profunda para poder hacer todos los arreglos oportunos, para dejar todo bien en casa, pedir los permisos de ausencia en el trabajo, conseguir vuelos, quienes de mi familia podrían viajar conmigo y emprender el vuelo hacia la Ciudad de México.
En el camino hacia al aeropuerto, me vinieron a la mente muchas imágenes de mi vida y todo lo que compartí con mi padre, y en ese momento solté esa angustia de tener que ya estar en la Ciudad de México y pudo venir el llanto con sollozos.
Al llegar al la Ciudad de México, tomamos un taxi para que nos trasladara a las capillas donde se encontraban mi padre y mi familia.
Ya al llegar a la ciudad, empecé a sentir algo muy extraño dentro de mí, algo creo difícil de poder explicar en palabras, y es lo siguiente, empecé a sentir un vacío extraño por fuera, como es la presencia física, pero al mismo tiempo empecé a sentir como por dentro me llenaba de una energía que lograba remplazar ese vacío físico.
Llegando a la capilla, lo que primero hice fue abrazar a mi madre, necesitaba muchísimo ese abrazo de ella y fue muy consolador ese abrazo, luego abracé a mis hermanos y sobrinas, y por último me acerque a ver a mi padre, tan guapo y elegante como siempre.
En pensamiento hablé con él, primero repetí el mantra del Kundalini Yoga para los que ya trascendieron, AKAL, AKAL, AKAL, y continué diciéndole lo mucho que lo amaba, lo agradecida que estaba por la vida, por sus enseñanzas, por lo que si me dio, cerré mis ojos e hice también una reconciliación de perdón por ambas partes; perdóname y te perdono, por todo lo que no sucedió, por lo que sucedió y no debió haber sucedido, y terminé diciéndole que lo que soy ahora, una mujer con gran fortaleza, decidida, compasiva y amorosa, es gracias a él y a mi madre.
Durante la mañana y la tarde recibimos la visita de familiares y amigos que de una u otra manera nos acompañaron en este proceso de dolor y de duelo, sus abrazos, sus palabras de aliento, su silencio, su estar fueron una gran bendición.
Llegó el momento de que se lo llevaran y fue cuando me acerqué a él a darle ese "Último adiós físico", papito este es un adiós en tu presencia física, porque ya te siento dentro de mí, tu amor incondicional de padre está en todo mi Ser y me siento muy amada y muy bendecida por tu presencia espiritual en mi corazón.
Para mí, no te has ido, para mí sigues viviendo, porque lo que realmente fuiste, eres y serás es un hermoso espíritu, tu cuerpo es el que se queda, el que se convierte en polvo, el que ya no está presente, pero tu Alma es la que sigue viva y esa preciosa esencia ya la tengo presente, porque no siento tu ausencia.
Ahora lo que me toca, es evocarte, convocarte y provocarte, para que siempre estés en mi.
Te amo
Güera
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