En solo tres meses, perdí a mi padre y a mi hermano.
El dolor persiste, no se va. Pero me he dado el permiso de llorar cuantas veces sea necesario.
Si hago consciente ese dolor, no es físico ni biológico, es un dolor desde lo más profundo de mi Ser, y es ahí cuando empiezan a brotar varios sentimientos sobre cómo fui con la o las personas que ya no están conmigo.
La ame lo suficiente, le dije siempre que lo amaba, cuántas veces le pedí perdón o lo perdoné, cuantas veces me sentí frustrada y enojada a su lado, lo incluía o lo alejaba de mí, recibía sus abrazos o le pedía que no lo hiciera, de qué manera percibí sus muestras de cariño y no me gustaba porque no eran cómo yo quería que fueran, realmente escuchaba lo que me quería decir, o solo estaba preocupada por lo que le iba a contestar sin escuchar realmente, disfrutaba su presencia o lo juzgaba por sus comportamientos, contestaba sus llamadas o solo dejaba sonar el teléfono, lo culpaba por lo que yo sentía o me hacía responsable de mis sentimientos.
Por supuesto con todo lo que estoy experimentando, mi alma tiene dolor. Porque ahora que ya no están, solo me quedan sus recuerdos, por lo que ahora solo me queda evocarlos, convocarlos y provocarlos dentro de mí, para que estén siempre presentes en mi corazón.
Así es como estoy viviendo mi duelo. Sanar todas las heridas, trabajar con amor y paciencia mis emociones y sentimientos, y continuar mi vida amando, perdonando, sanando e incluyendo; de esa manera los estoy honrando.
Es importante que yo viva mi duelo, aceptar que mis seres queridos ya no se encuentran físicamente, que todas las personas que los conocieron familiares y amigos también están en duelo, no solo yo, acompañarnos en este proceso hace que sea menos doloroso, no estoy sola en esto.
Trabajar y reconocer todo lo que sucede dentro de mi, como hablarlo, escribirlo y sanarlo.
La vida continúa, vivirla lo mejor posible, aceptando todo lo que nos ofrece, hacer un aprendizaje de todo lo vivido, no dejar de crecer como un ser y sobre todo que el Amor esté siempre presente.
Marycarmen Blanco
Comments