LA RELATIVIDAD DEL LIBRE ALBEDRÍO:
Existe una creencia generalizada, común, entre todos los seres humanos, y es que el individuo toma sus propias decisiones, que piensa razona por sí mismo. Desgraciadamente, esto, por varias razones es falso.
¿Alguna vez has deseado hacer algo y por alguna extraña razón hay algo en ti que te impide hacerlo?
¿Has tratado de dejar alguna actividad que te hace daño (dormir tarde, dejar la televisión, moderar la comida, el alcohol, ser adicto a una relación que te destruye, etc) y es prácticamente imposible dejarlo?
¿Alguna vez te casaste con alguien con el/la cual sabías que te iba a ir muy mal, sin embargo dejaste pasar el tiempo, esperando las consecuencias previamente conocidas?
La supuesta toma de libres decisiones se encuentra localizada en el área frontal de la corteza cerebral. Es aquí donde existe el razonamiento, la conciencia de uno mismo, la voluntad de pensar y crear a voluntad imágenes, proyectos, conceptos e ideas.
Sin embargo, esta área del cerebro, la cual decide las acciones externas, está sometida a un área mucho más profunda y difícil (a veces imposible) de reconocer: el sistema límbico, el área responsable de la memoria a corto y largo plazo, los hábitos, costumbres y programaciones mentales.
En el sistema límbico se almacenan todos y cada uno de los eventos que han ocurrido en la vida, la mayoría de ellos siendo imposibles de recordar, sin embargo se encuentran ahí, cada palabra, cada número, cada evento, ocultos, y generando resultados, sobre todo cuando han sido ocultados en las profundidades del mismo sistema.
En el sistema límbico se almacenan las memorias de lo que ocurrió durante tu gestación, tu parto, todo lo que ocurrió en el kinder y primaria, adolescencia. Se quedan también los ejemplos que viste de parte de los adultos con los que creciste, y todos estos recuerdos se quedan como PROGRAMAS de vida, los cuales tenderán a repetirse una y otra vez, no solo en tu vida, sino en la vida de todo el árbol familiar.
De tal modo que pueden existir programas de la siguiente manera:
Si tus padres no estuvieron contigo, por trabajo, ocupaciones o porque no pudieron, entonces se queda el programa: NO MEREZCO SER CUIDADO, el cual se manifestará de dos maneras básicas, uno buscando amistades y parejas que no te cuidarán y no te tomarán en cuenta, y la otra, es que tu mismo serás incapaz de cuidar tu dieta, tu cuerpo, etc.
Si viste que tu madre era maltratada o no amada por tu padre o por otros hombres, se establece el programa: LAS MUJERES NO VALEN, y esto se manifestará a través de todas las relaciones, igualmente del auto-cuidado.
Si escuchaste todo el tiempo decir: no hay dinero, el dinero es difícil de obtener, entonces el sistema límbico, a través de tu mente subconsciente, se encargará de que esta ley se cumpla en tu vida. Manifestándose con mediocridad, falta de entusiasmo, sabotaje, gastos que destruyen la economía personal y familiar. Cuando se tuvo el ejemplo de una madre castrante, entonces se buscará de parte del hombre una mujer dominante. Cuando la figura paterna fue inexistente, la mujer tenderá a enamorarse de hombres que no están presentes, emocional o físicamente, a relacionarse con hombres que abandonan.
Si una niña está en desacuerdo con respecto al rol de mujer que tuvo su madre, es frecuente que entre en enojo con el rol, adquiriendo energía masculina para defenderse y evitar ser como lo que rechaza. Si se le inculcó al niño la idea de que es feo, el resto de su vida modificará su cuerpo, actitudes, postura física, para que se pueda amoldar al auto concepto.
El concepto de que el niño o la niña no son valiosos o no merecen la vida, obliga a las personas a vivir constantemente en estados depresivos, rechazando así su propia existencia y evitando ser felices.
Podemos seguir dando millones de ejemplos, donde las memorias almacenadas, conscientes e inconscientes, dominan por completo a la voluntad, y es en esta circunstancia donde el verdadero libre albedrío es inexistente, ya que somos dominados por las memorias del pasado y los programas familiares.
Es posible salir de esta esclavitud a pensamientos y conceptos que no nos llevan a la felicidad. La clave es hacer consciencia, ¿Qué programa de está haciendo vivir de esta manera? ¿A quién estoy copiando, o que vida estoy duplicando, entre las personas de mi familia? ¿Cuándo decidí que yo, o la vida era de esta manera?
Una vez haciendo consciencia de los programas es posible liberarse de ellos, como decía Jung: cuando lo inconsciente se vuelve consciente, se libera y se sana.
Con Amor: Dr Marco Antonio Rodríguez.
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