La esencia del trauma, es el resultado del abuso o la manifestación de negligencia, o debido al trauma relacional, perdemos la conexión con nuestra esencia. Eso es lo que es el trauma. El trauma no es lo que sucedió; el trauma no es que me hayan violado, el trauma no es que me hayan abandonado, el trauma no es que me hayan golpeado, el trauma no es que mis padres no supieran cómo escucharme.
Ese no es el trauma; El trauma es que, como resultado de eso, perdí la conexión conmigo mismo. Por lo tanto, perdí la conexión con mis cualidades esenciales: mi alegría, mi vitalidad, mi claridad, mi sabiduría, mi poder, mi fuerza, mi coraje. ¡Ese es el trauma!
La buena noticia es que ESA puede curarse, porque si el trauma es la pérdida de conexión conmigo mismo, esa pérdida de conexión conmigo mismo puede curarse. Lo que sucedió hace 50 años, o hace 20 años, o hace 15 años, o hace 3 años no se puede curar. Si tu abuelo te violó cuando tenías cinco años, eso nunca cambiará. Pero si el efecto de eso fue que perdiste la conexión contigo mismo, eso se puede cambiar.
Mi maestro Almaas dice: “Lo fundamental que sucedió, y la mayor calamidad, no es que no haya amor ni apoyo. La mayor calamidad, causada por esa primera calamidad, es que perdiste la conexión con tu esencia". Eso es mucho más importante que si tu madre o tu padre te quisieran o no. Esa es la belleza de ello.
Dr. Gabor Maté
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