La aceptación incondicional de unos a otros es uno de los mayores desafíos que enfrentamos los humanos. Pocos de nosotros lo hemos experimentado de manera constante; el adicto nunca lo ha experimentado — menos que nada por sí mismo.
Gabor Maté MD
In the Realm of Hungry Ghosts
Según Carl Rogers, el individuo posee en sí mismo potenciales recursos para su propia comprensión, cambiar su auto-concepto, sus actitudes y dirigir su conducta. Para el autor, los tres elementos fundamentales que pueden ayudar a las personas a autogestionarse y relacionarse con los otros de un modo saludable emocional y psicológicamente son la empatía, la aceptación incondicional y la autenticidad.
El dolor, la vergüenza, los estigmas, los juicios, los mitos, la falta de compasión y empatía, nos lleva a los seres humanos a no ser incondicionales.
Para sentirnos aceptados por nuestros familiares, amigos, compañeros y la sociedad nos han condicionado a ser de cierta manera. Si eres estudioso te voy a querer, si haces lo que yo quiero que hagas te voy a aceptar, si crees en lo que yo creo serás bienvenido, si eres guapo/guapa estarás en mi círculo de amigos, si eres deportista estarás en mi equipo, si eres obediente todo estará bien conmigo, etc.
Nos hemos preocupado mucho mas en los apegos en lugar de la autenticidad. Tengo que mostrar mis máscaras para ser aceptada, tengo que comportarme de cierta manera para estar dentro de mi grupo de amigos, mi apariencia tiene que ser de cierta manera, de ese modo estaré incluida, para ser amada tengo que con mis acciones hacer felices a mis padres; ser estudiosa, obediente, parecerme a ellos, llevar orgullosa el nombre de la familia, hacer, decir, creer y pensar lo que ellos quieren y tengo que esconder mi verdadero YO.
Cuando se trata de un problema de consumo de sustancias, nuestros seres queridos lo que menos han experimentado por ellos mismos y por los demás es la aceptación incondicional. Lo único que vemos es su manera de consumir, en lugar de ver que es un ser humano que merece nuestra aceptación y respeto, sentimos vergüenza, odio, enojo, repugnancia, los castigamos e insultamos, de esa manera ellos no pueden encontrar su recuperación porque no han sido aceptados jamás, se les ha condicionado y maltratado en lugar de amarlos y ser compasivos hacia ellos.
Si realmente supiéramos que es lo que realmente está pasando dentro de ellos, que podría decir con seguridad que tienen un dolor emocional muy profundo, podríamos entender su consumo y los ayudaríamos de una manera diferente. Les veríamos a los ojos y no a sus comportamientos, entenderíamos que sus comportamientos son solamente mecanismos de defensa y los síntomas de la adicción, que en su momento la droga ha sido de gran ayuda a su dolor y sus sentimientos y nuestra aproximación hacia ellos sería diferente.
Nuestros seres queridos que tienen un problema de consumo de sustancias lo que más necesitan es ACEPTACIÓN INCONDICIONAL.
Marycarmen Blanco
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